Los fines de semana...


No cabe duda que gran parte del trabajo que se realiza entre semana, si bien, tiene como objetivo principal contribuir a los objetivos de las empresas, organizaciones, instituciones, negocios, changarrros, etc., y que esta consecución de metas, eventualmente tiene a bien dejarnos la suficiente feria para medianamente vivir, el merito mayor y más sustancioso de todos ellos es el poder llegar a disfrutar de lo que en todo el mundo conocemos como fin de semana.
Sin duda, la recompensa máxima a todas y cada una de las actividades que realizamos entre semana radica en esa posibilidad de poder disfrutar de esas 48 horas de libertad, de armonía, de gozo, de oxígeno hogareño, de gorra en la casa del pariente, de maratones de las distintas series que una disfruta sentado, o mejor dicho, tremendamente desparramado frente al sillón, del x, y ó z evento deportivo del cual tienen a bien bombardearnos en esos días-y del cual confieso, dificilmente escapo- entre otras muchas cosas.
Pero que pasa cuando los objetivos personales, las actividades propias del hogar y/o los compromisos de diversa índole, modifican exorbitantemente el supuesto panorama de gozo y alegría que en teoría debería de representar el fin de semana? No estoy muy seguro en que momento las propias actividades que la vida nos va exigiendo le marcan un ritmo de trabajo, a los días que supuestamente no deberían de serlo.
En algún punto se modificó y ya no hubo manera de echar las cosas para atrás, generalmente estas se encuentran demasiado andadas como para poder detenerlas... pero no por eso la vida tiene por que ser horrenda, es decir, no existe algún plan determinado para poder darle esos tientes maquiavélicos y dramáticos a los hechos que en ocasiones suelen ocurrir durante un fin de semana, total, ya la gran puntada de estar vivitos y coleando en muchos casos nos permite establecer un parámetro de risa bastante aceptable; las dos, tres o quizás cuatro horas, que llegamos a filtrar del fin de semana, para poder hacer lo que a uno le plazca, son y serán siempre
perfectamente bienvenidas.
Así que si por alguna razón, el fin de semana no es lo que ustedes pensaban, procuren pensar que siempre habrá posibilidad de rascarle un pequeño espacio al siguiente; aprendamos entonces a vivir con esa esperanza, al menos yo ya lo hice¡¡¡
Ahí nos vidrios¡¡¡
Nota 1. Si, ese logo es de la popular ropa que venden en Suburbia "weekend", buena, bonita y barata.
Nota 2. Bájense esta rolita, "Brianstorm de los Artic Monkeys", buena base rítmica de estos ingleses enfadados. (Intrucciones para ello: denle clic y dejen que los lleve la página de alojamiento de sus servidor, y ahi busquen download file y con esa baja rápido)

3 Aqui denle clic y paguen tributo con un comentario:

Paho Deloula dijo...

Yo ya quiero que sea fin de semana, ya porfavorrrr!!!

Saluditos!!!

Anónimo dijo...

Que te puedo decir de mis fines de semana, me la pasó rebien, ojala tu tambien. Claro que si le preguntas a mi hija este en particular va a ser maravilloso, invitó a dos amigas a dormir. (ya te imaginaras lo que me espera jajajaja!!!
Saludos

Atzin dijo...

Clon:
Vaya todo lo que tuviste escribir para justificarte a ti mismo, y a los demás, de que ya no juegas nintendo y te emborrachas, con su respectiva dosis de discos de los temerarios, cada fin de semana porque simplemente Jacqueline no te deja.
Pero te entiendo, amigo, Hanna, como toda buena esposa, es igual de rígida. Ni modo, ya me he hecho a la idea de que sólo robando tiempo al sueño uno puede abandonarse en actividades lúdicas (léase, hacerse güey).
Un abrazo.
M A N U E L