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Exámenes

1993 era un año decisivo para todos aquellos que ilusamente viviamos con la idea de que ese iba a ser el último año de preparatoria.


Después de pasar por el 4to. grado, llegar dando traspies al 5to. arrastrando dos materias y al 6to. y final con solo una materia en el historial académico con NA, la seguridad de que saldriamos sin ningún problema y que daríamos el salto hacia la Unviersidad, se respiraba en todos lados, o por lo menos, en los lados donde yo me juntaba. La Preparataria No. 5, esa ubicada sobre la Calz. del Hueso, allá por lo rumbos de Villa Coapa, tuvo a bien acogernos dentro de sus aulas durante los peligrosos años de la adolescencia. Esta etapa donde todas y cada una de las cosas que pasaban por nuestras vidas, tenían en su inicio, desarrollo, punto de éxtasis y culminación, una enorme facilidad para ocurrir; todo pasaba así de facil, sin reflexión alguna de por medio, sin análisis, sin que estas fueran pensadas dos veces como quizás debió ser. Insisto: todo era facil, o mejor dicho, todo lo veíamos de esa forma. Afortunadamente no para todos fué así: a algunos, la madurez los atacó sin piedad durante esa etapa y la recompensa ante tal sufrimiento, siempre fue la mejor, al menos, por lo que me pude dar cuenta. Pero para los que aún no nos devastaba ese ataque, la misma adolescencia nos dejó llevar por donde se le antojó y fué asi, como en uno de esos arrebatos, ocurrió lo que a continuación les voy a relatar.

Patricia, mujer de pequeña estatura y ojos pispiretos, formaba parte del grupo de amigos en el cual me juntaba desde que el viaje preparatoriano había comenzado; su marcado interés por las artes, contrastaba con el poco ingles que en ese momento manejaba, al grado de parecer que por cada obra que ella nos detallaba, un verbo regular en ingles salía de su cabeza. La máxima en aquel entonces era ayuda y deja ayudar y en ese momento su necesidad de poder aprobar el exámen extraordinario que en teoría iba a presentar, era su máxima urgencia. Su servidor, hombre honesto y de buen corazón, con tal de bajar la angustía de su compañera, le ofreció presentar por ella el exámen; si bien, al momento no pensé bien que le estaba ofreciendo, la idea me sonaba de lo más simple, osease, en la onda enchilame esta.


Mi buena amiga, dias antes de presentar la prueba, me comentó con sus ojos llenos de emoción, que sí había aprobado el exámen final de la materia en cuestión y que por lo tanto, la necesidad de hacer la trampa ya no existía. Por alguna extraña razón, las pláticas que en teoría eran de dos, siempre terminaba siendo de tres, de cuatro, de más personas pues, y dicho ofrecimiento llegó a los oidos de otro buen amigo de nombre Indalecio.


Indalecio era un tipo bonachón entrado en algunos años más que nosotros; sus epocas de adolescente precoz ya habían pasado y la la madurez había permeado en ciertos aspectos de su vida. Tambien amante de las artes, se encontraba en le mismo dilema por el que Patricia pasaba en esos días, por lo cual, al ver que la trampa no se haría en nombre de nuestra buena amiga, pidió el favor para si mismo, toda vez que él, si de plano tenía los dos pies en el área de extraordinarios de esa materia.



El compromiso se creó, el plan se elaboró y solo esperamos el momento para la ejecución. La divertida e inolvidable ejecución. Recuerdo perfectamente que días antes, como que le empecé a perder un poco de seriedad al asunto, por mi mente pasaban cosas como ¿a poco si lo voy a hacer?, mismas que un día antes con la llamada suplicante de Indalecio, se borraban. En fín, se trataba de ayudar a un amigo, de darle un empujón al cuate que había estado conmigo incondicionalmente durante esos tres años, con todas esas pedas al hombro juntos, las veces que se vomitaba de ebrio y lo teniamos que acompañar a su casa, incluyendo aquella ocasión cuando se durmió en pleno periférico en su renault V8, según el, haciendo los cambios dormido mientras otro manejaba el volante. Si si, habíamos vivido muchas cosas juntos, inclusive hasta habiamos estudiado algunos materias con algo de dedicación, o mejor dicho, hasta que a alguien se le ocurría llevar algún pomo por ahí de las 8:30 de la mañana de los lunes, que era el día preferido para empezar el maratón de cotorreo semanal.



En fin, recuerdo que un día antes, me dediqué a modificar la credencial con la cual se iba a certificar la identidad de la persona que iba a presentar el exámen, del burro pues; para mi mala suerte, ni el vapor, ni la plancha caliente, ni nada de lo que me recomendaron servía para poder abrir la mentada credencial, y con ello, poder colocar mi foto en la credencial de Indalecio. El porque me ofrecí a hacer este pequño pero importantisimo detalles era porque según yo, no había ningún pedo, yo lo podía hacer cagado de la risa, si si pinche credenciales, eran tan corrientes que con cualquiera de los métodos que me recomendaron se abriría como ostión. No funciónó. Este sin duda fué el momento de angustia inicial. Ok, dije, de seguro algo se nos va a a ocurrir para salvar el momento. Recuerdo haberme ido a ver la telenovela de moda, que si no me equivoco era Muchachitas, y después del respectivo taco de ojo y una cena medianamente copiosa me fuí a dormir sin ningún problema, aunque con esa pequeña picazón en la cabeza que me imagino, era alguna forma en que la madurez se empezaba a manifestar. En fin.



El día llegó, sino me equivoco el exámen era a las 11 de la mañana y para esto, habia quedado de verme con Indalecio por ahí de las 10 de la mañana para ultimar los detalles del fraude que iba a cometer. La mera verdad para esos momentos, como que me empezaba a caer el viente de lo que iba a hacer, pero al mismo tiempo la excitación por atreverme a violar la ley, ya me había envuelto. El asunto de la credencial ya no tenía remedio: iba a utilizar directamente la suya si es que me la requirieran como eventualmente pasó.

Pues ahí me tienen.

Para esto, los exámenes extraordinarios cuando era mucha la gente, solian hacerlos en el auditorio de la escuela. En esta ocasión, a pesar del titipuchal de burros a examinar, decidieron hacerlo en los pequeños salones-laboratorio que estaban dedicados para el mejor aprendizaje del idioma, otra de los muchos proyectos que nomas no funcionaron en nuestra escuela, por lo menos, cuando a nosotros nos toco conocerlos estos ya no funcionaban. Ok, pero el problema principal aqui era que obviamente al hacerse en un lugar pequeño, todo cae en los planos íntimos, en los cercanos, en esos donde la vigilancia es mucho más estrecha, la mirada entre alumno y maestro no pasa de los 5 metros y por lo tanto la posibilidad de ser atrapado es mucho mayor. Tengo que decirles que en este momento, ahora si empecé a sudar en serio por todas las coyunturas y articulaciones de mi cuerpo, supongo inclusive que los ácidos que se iban mezclados en el sudor de mi cabeza, fueron los originarios de mi calvicie de hoy en día.


Recuerdo que una vez dentro del salón, me habrá tocado en la que sería la columna 3 de 4 y la fila 2 de 4 del salón aproximadamente, osea ni lejos ni cerca del maestro que en ese momento le había tocado llevar a buen puerto la examinación. Era un chaparrillo bastante cotorrón, de esos de camisa chemise lacoste, zapatos top siders y pantalón de mezclilla deslavada. Empezó a nombrar a los alumnos que se encontraban en ese salón y de conformidad a su lista que revisaba contra la credencial que uno le proporcionaba, te entregaba tu hojita de resultados y tu cuadernillo con las preguntas. Puta madre, en este momento definitivamente ya estaba que me cagaba del susto, le imploraba todos los santos en lo que que aún creía que no me fuera cachar al momento de pasar. Un compañero que se encontraba a mi lado, fue el último al que le consulté ahi muy discretamente si ese guey de la credencial y yo nos pareciamos; haciendo un poco de análisis de ese momento, yo creo que el tipo al ver mi cara de angustia, mis ojos hundidos y mi mano temblorosa, atino a decirme "si ". Acto seguido, el maestro nombró a Indalecio, y haciendo un acto de valor, me levanté de mi asiento, camine quizas 6 ó 7 pasos hasta llegar al escritorio donde al entregar mi credencial, el maestro revisó minuciosamente que el nombre y No. de cuenta coincidieran con la lista. No saben que ganas me daban de que le diera una torticolis que evitara el movimiento de su cabeza para poder ver la foto contra mi cara; afortunadamente no fué necesario, el primer obstáculo ya estaba superado y al momento de entregarme los pertrechos necesarios para hacer el exámen, el color regresó a mi cuerpo.

Sobre el exámen pues no hay mucho que platicar; opción múltiple, llenar alveolos, firmar y ya está. Más o menos después de 1 hora ya había terminado todo el exámen, pero no quería ser el primero en salir, así que esperé a que abandonaran el salón unos cuantos compañeros, hasta que por fín se me ocurrió que ya era momento de entregar el mio y largarme. Recuerdo que para esto, el maestro se había parado en la puerta medio vigilando el salón, un poco el pasillo y distrayéndose en general del tedio que provocaba estar checando una evento de esos. Sinceramente no creí que de nueva cuenta fuera a revisar el exámen, y claro, como lo había estado haciendo afuera no me pude dar cuenta de lo que estaba ocurriendo, así que al momento de entregar mi exámen muy amablemente me solicitaron la credencial de nuevamente. Verde, ahoras si ya valio madre ¡¡¡ (pensé)... A huevo que me iba a ver, así francos de pie los dos, con la credencial de nueva cuenta en la mano segurito me cae. El sudor de nueva cuenta empezó a correr por mi cuerpo, aunque en menor medida la verdad, quizás confiado en que ocurriría igual que la otra vez. Recuerdo ver como observaba la credencial contra mi exámen, asegurandose que el No. de cuenta coincidiera con el marcado en la hoja de resultados. Recuerdo que alzó dos o tres veces la mirada y hasta eso, se veía buena onda el gesto, algo asi como "pobre guey, se ve re mensito, mirenle la cara de angustia, segurito va a acabar de gritón en un micro". Me regresó la credencial como si nada, inclusive recuerdo que tuvimos una pequeña plática en relación al exámen y su dificultad de la cual no tengo los detalles en mi mente, lo que si recuerdo es que le di las gracias, caminé normal y al dar la vuelta por el pasillo, empecé a correr con esa angustiosa libertad que en ese momento sufría, algo así como lo que los niño-panboleros de corazón experimentabamos cuando rompiamos un vidrio y nos echabamos a correr con el balón bajo el brazo (ja ja ja esa tambien es otra historia que algún día contaré). La velocidad que llevaba, aunado a que en esos días era gran consumidor de tenis converse, provocaba un sonido bastante peculiar por los desérticos pasillos del edificio "B" de la Prepa 5. La verdad yo ya iba muy emocionado por el logro obtenido y al ver a mi cuate Indalecio con su novia Cayetana en la explanada esperando por mi persona, no pude más que acercarme con mi sonrisota y confirmarles que todo había estado bien, que ya la habíamos librado a lo que aparte de darme un abrazo, me estiró un billete de 100 pesos, mismos que no acepté, primero porque lucía bastante bien para mi imagen de buena disposición a las causas nolbre y justas y en segundo lugar por guey.... la verdad si le hubiera aceptado la lana. En fin.


Mi amigo Indalecio salió de la Prepa ese año y si, si "pasó" el exámen con S, pero bueno, ya la calificación era lo de menos, el se apuró con otra materias y acabó saliendo ese año de la Prepa, donde por cierto, yo me quedé todavía otra añito más (maldita física como la odio¡¡¡).


Así pues, la historia pasó de esa forma y tengo que decirles que ahora que lo veo de lejos, la verdad si me aventé bastante con esa acción, de haberme caido con toda seguridad me hubieran expulsado de la UNAM, pero vale, esas cosas ni te pasan por la cabeza en aquellos días, lo disfruté bastante, aunque francamente no me atrevería a hacer una cosa de esas en mi vida otra vez. O quién sabe.

Espero le haya gustado el relato, ahi nos vidrios¡¡¡

P.D. Los personales usados en esta historia son 100% reales, solo cambie los nombres y una que otra cosilla pues para darle un poco de chaché al asunto, yo estoy seguro que si hubiera usado los verdaderos no hubiera ningún pedo pero bueno, era un lujito que me quería dar.

P.D. 2 Prometo poner un update con alguna foto de aquellos tiempos próximamente.

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Mosaico

Así, sin mucho profundizar:


- I -

El otro día soné que me encontraba en una especie de cementerio bastante finoles, y nos encontrábamos a punto de enterrar a un personaje que no tenía ninguna relación conmigo o alguna otra persona; la liga con este evento la encontré segundos después cuando vimos que se encontraban desenterrando el féretro de la madre de mi madre, mi abuela pues, en el entendido de que ahí mismo iban a sembrar a dicho sujeto. Observábamos como deshacían el ataúd ya carcomido por el tiempo, juntaban los huesos que aún quedaban en una bolsa y los ponían junto al próximo a enterrar, trámite que por cierto, no pensaban hacer, toda vez que según decía el enterrador (personaje que por cierto vestía un overol azul) la iglesia los quemaba y con la cenizas, elaboraban las cruces en las frentes los días de semana santa. Se acabó el sueño con un grito de mi gordita reclamando su leche de las 2:30 de la mañana.

- II -

El viernes antepasado tuve la oportunidad de ver un cortometraje realizado por nuestro buen amigo Ernesto, viejo compa de las épocas preparatorianas que hoy en día tiene a bien, dedicar su tiempo a alcanzar un lugar dentro de la industria fílmica nacional. Su corto, relacionado con el tema del fútbol, nos refiere a una pequeña población en donde pareciera que no ocurre absolutamente nada; sola, con calles medianamente transitadas, la vida ocurre por eso, por ser vida, da la impresión por momentos de estar tan extraña y alejada de todo el mundo que lo rodea y que solo en ocasiones como en esta, a mi buen amigo se le ocurre retratar un pequeño drama de dominación alrededor de la pasión por el fútbol. Los personajes, pequeños ególatras en potencia, batallan por el reconocimiento mutuo de sus existencias, unos por la fuerza, otros por la astucia. La guerra entre estos bandos se desarrolla sobre una mesa de futbolito, con un premio único que si bien es representado físicamente por una botella de refresco, en un momento significó la más bella aspiración a obtener un lugar dentro de las relaciones de poder que se dan en ese microcosmos social. El bien siempre triunfará frente al mal, el bueno siempre derrotará al malo, eso no cambia y sinceramente se agradece, nunca sobrará el que se exponga un suceso de triunfo ante la adversidad, la vida no tiene que ser siempre ensayo-error, ensayo-error... en ocasiones también tendrá que ser ensayo-éxito. El chiste es intentarlo, aventarse a hacerlo, todos de alguna manera siempre buscaremos la jugada magistral, el perrito bomba que nos salve y nos posicione en la cima donde siempre queremos estar.
A todo esto, fue muy buen evento, cerveza bien fría y chicharrones de cerdo siempre hacen de cualquier evento una delicia.

- III-

Pues después de casi dos años, mi ipod Mini de primera generación llegó a su fin, el cancer que siempre fué la longevidad de la batería por fín se esparció por todos sus circuitos. Palabras más, palabras menos: su batería tardaba 4 horas para cargarse y solo me rendía a lo mucho 20 minutos entrecortados, tal cual como si fuera un moribundo dándome sus últimos alientos cada que lo prendía y le exigía que tocara música para mí... dado que ya era muy injusto para los dos, lo mandé a una caja de zapatos donde atesoro varias cosillas, no lo quise ver por ahí rondando en mi hogar, recordándome todos esos momentos que pasamos juntos, todos esos largos trayectos de ida y vuelta casa, en donde mediante los playlists que diseñaba, alegraban mis recorridos diarios hacia mi trabajo y de regreso. En fín, ya tendré uno nuevo y mejorado, heredero de las glorias de mi antiguo artefacto y otra vez, los recorridos por muy largos y tediosos que sean, siempre vendrán aderezados con el polifacético sabor que proporciona la música.


- IV -

Pasó casi un mes y medio desde que adquirí la ultima novela que narra las aventuras de Harry Potter y finalmente llegué a las últimas páginas. Fueron más de 750 páginas de hermoso color paja, con ese olor característico del papel recién salido de la imprenta, que en esta caso, sería alguna ubicada en Londres de donde tuvieron a bien mandar dicho ejemplar. Mi ingles mejoró bastante con esta lectura, así como también mi habilidad para cargar un libro de medio kilo en la mano, agarrarme del tubo superior del vagón del metro y colgarme el paraguas en el antebrazo. Este extraño arte que muchos tenemos a bien realizar en las mañanas, es de los más gratificante, como que le agarra uno un sabor muy especial a la lectura cuando la practica bajo dichas condiciones, mismas que sinceramente pues tampoco son muy recomendables, digo, quien no quisiera estar sentadito en un sillón con un cafecito a un lado, chutándose cualquier lectura, pero bueno, no siempre se puede.



- V -

Si Gustavo, tienes mucha razón, poder decir adiós es crecer.


Así pues, a manera de mosaico, les paso al costo alguna que otra cosilla interesante.

Ahí nos vidrios.


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Chavo de onda


Navegando por los hi'5, blogs y/o "myspaceses" de algunos de mis amigos, observando las pequeñas cintillas que el messenger despliega cuando escuchamos en nuestras computadoras algo, dándole una revisada rápida a las colecciones de discos que muchos de ellos tienen en sus casas, revisando los compilados ya sea -como dicen los piratas que venden discos en el metro- en "formato mp3 ó normal", etc., etc., me puedo dar cuenta de los diversos gustos que podemos llegar a tener a la hora de elegir nuestra música.

Algunos como su servidor, -como menciona el warpig en su podcast 45-, de plano no nada más la escogemos sino que la hacemos de nuestra propiedad; llegamos al grado de referirnos de "tú" en relación al cierto artista ó músico y lo peor del asunto es cuando ya alcanzamos el punto de ponernos a analizar con lujo de detalle cada melodía, empezando por la simple forma en que la letra fue escrita hasta como es que suenan todos y cada uno de los instrumentos dentro de la canción. Osease, en algún punto de nuestro desarrollo en cuanto a la apreciación que hacemos de la música nos volvemos medio mamones, como que nos enfermamos de cierto poder y hasta nos sale natural ya la "criticada" cuando escuchamos algo, es como un reflejo adquirido con el paso de los años, eso de empezar a sentirnos inteligentitos para escuchar música; empezamos a diseccionarla, a jugar el papel de pinche critiquito cagante de revisitita musical, sin tener si quiera, como en mi caso, la más mínima instrucción musical para poder medianamente legitimar mi opinión sobre lo que estoy escuchando.

Ahora, tampoco me tengo que menospreciar tanto. Tuve una guitarra cuando tenía 13 años, me pasé chingue y chingue a mi papa para que me la comprara, según yo para aprender a tocarla, cosa que tampoco pasó, aunque si recuerdo la estructura básica del chun-ta-ta y dos que tres círculos. Muchos años sobrevivió la guitarra, la cual en alguna época se transformó en alcancía, entre otros usos. Hace un año mi hermano se la regaló al basurero. Bueno ya me desvié del tema.

Si bien, creo que nadie en realidad tiene planeado dedicarle una parte del tiempo de sus vidas a ver como mejora en esos aspectos, el aprendizaje y abstracción acerca de la música y lo que en ese momento estas escuchando, es algo que tambien se presenta de forma natural; así como cuando leemos un libro o una revista, la concentración que conlleva a ese goce que producen dichas expresiones eventualmente lo inundan a uno de conocimiento y obvio, entre más música escuches, tu conocimiento sobre la misma tambien se ampliará. En el fondo, no creo que exista alguna otra forma de poder hacerse de una opinión propia sobre lo que esuchamos, a final del día, todo es percepción y esta, es delimitada por todas y cada una de las experiencias que vamos recabando en la vida. Tambien se vale pues, opinar sobre la música sin ser músico.

Total que dentro de todas las cosas que he oido en mi vida, existe una corriente que en definitiva me atrapó a mi como a muchos de mis contemporáneos. El Rock and roll, o su presente más inmediato, el Rock, poderosa madre dadora de vida y emoción, me toco con sus manos un día y su sensación no he podido quitarmela y para ser sinceros, tampco tengo mucha intencíon de hacerlo.

Todo esto lo comento porque recientemente me acordé de lo que podriamos considerar fueron mis inicios en el mundo apreciativo de ese estilo y sinceramente lo encontré algo interesante. Estoy seguro que todos debemos de tener una historia parecida, no propiamente asociada a un tipo de música, sino a muchas otras cosas que en su momento motivaron en sus corazones, el inicio de un estupendo viaje interminable por los senderos del mundo lúdico y maravilloso de la música, que en mi caso como ya señalo, pues fue el Rock.

Varios fenomenos definieron mi orientación hacia ese mundo. Recuerdo que al principio, por ahí de 1985, para los nueve años que ya tenía cumplidos, yo al igual que muchos de mis primos, nos sabiamos muchas canciones de diversas agrupaciones musicales que escuchaban nuestros padres. Sonoras como la Santanera, la Maracaibo, la Matancera (con varios de sus cantantes), La Dinamita, Lobo y Melón (que no era própiamente una Sonora pero igual se ajusta), fueron en gran parte nuestras canciones de cuna. La música de los Trios y sus boleros, eran otro rubro que teniamos dominado, el cual hasta la fecha creo que seguimos manejándo con fluidez el tema, sobre todo cuando solemos tomar alguna copita con nuestros padres en su casas, mismos que entre otras actividades, suelen monopolizar los equipos de audio para la sana reproducción de su música siempre que estamos con ellos. Y así como esos, varios otros exponentes estaban presentes en el entorno musical que en aquel entonces teniamos, al final del día, pues era lo que había y nos gustaba. Tambíen estaban los timbiriches, los parchis y todos esos grupillos para moquencos pero como que no nos prendian tanto la verdad, o por lo menos no en ese momento.

En ese mismo año varios artistas de "reconocida fama mundial" (bueno la verdad solo como la mitad eran buenos, digo, no me digan que LaToya Jackson era una figurón??), se juntaron para grabar un tema que tendría a bien mediante las ventas discográficas del sencillo, juntar dinero para poder llevar diversos viveres a la gente en Africa la cual pasaba por una de sus peores -y más promocionadas- hambrunas. "We are the world" era el tema chido de mi infancia, ese por el cual yo y varios miembros de mi parentela nos posicionabamos frente al televisor que, sino me equivoco, transmitía el video en el canal cinco por la tarde. Aqui mi recuerdo ya es vago, así que si alguien se acuerda corríjame por favor.

Era todo en acontecimiento la transmisión y la experiencia de poder imitar todas y cada una de las voces que se presentaban en esa canción; los 3 ó 4 primos que estabamos participando del evento, nos rolabamos los pedacitos de música para que cada quien pudiera imitar a los artistas, siendo el premio mayor, poder hacer la voz de Bruce Springsteen, esa donde se escuchaba el coro casí como si estuviera echandose unos pujidos propios de nuestras estancias breves pero importantes en el trono. Si, sin duda era "el momento" de nuestras vidas. Claro que en aquel entonces no sabiamos quienes eran todos esos güeyes que cantaban (bueno ya reconociamos bien a Michael Jackson y a Stevie Wonder, tambien de moda en ese tiempo), ni mucho menos que chingados querian decir con lo que cantaban toda vez que nuestro ingles era del 2 ó quizas del 3 % de lo que es hoy. Así que imaginen que "we are the world", era "güiardewold" al momento de cantarlo.

El gusano de la "música" (de esta otra música desde luego), empezaba a darse de topes por dentro de nuestras humanidades y si bien no podemos considerar que esa era la canción más rockera del mundo (es más, dudo que tenga la más minima distorsión de guitarras), ya el panorama era distinto; los acordes de los Rebeldes del Rock, Los Teen Tops, Los Locos del Ritmo, entre otros (los cuales tambien eran tocados con vehemencia en cada reunión familiar), empezaban a tener cierto sentido dentro del contexto que ahora se nos presentaba.

La canción paso de moda como todas, caducó como lo hacen en general los productos pop, pero la voz de Bruce Springsteen se quedó en mi mente durante mucho tiempo creando impulso hacia otros rumbos; recuerdo que su disco "born in the Usa" se promocionaban en la televisión mencionándolo como el del "jefe del rock", titulo añadido con meros intereses comerciales por la disquera nacional que distribuía el disco en nuestro país, toda ves que en su tierra, pues más bien solo era conocido como "the boss" o el jefe pues, no asociado al rock, aunque en teoría, pues de eso era el disco. Claro que yo no lo sabía ni muchos de los que escuchabamos sus rolas. Por lo tanto, el mercado en su interés de abstraerme, solo me hizo querer más de eso que con ansia me presentaba como "rock"; posteriormente, al escuchar otras cosas y regresar e estas, o lo que es lo mismo ya viendolo bien y despacio, pues tampoco estaba tan chido, digo, respetable desde luego, pero nada fuera de lo común. Vamos si fuera rockstar, y me preguntaran mis influencias, de plano no estaría en mi lista.

Asi las cosas pues, 1985 fue un año desicivo musicalmente hablando para mí, claro que ese año entre otras cosas, tembló en varias ciudades del país y específicamente en el D.F., se murió mucha gente, pero de esa ya mejor ni recordar.

Vino toda una etapa de exploración hacia todo el universo musical que ya se habia creado anterior a ese año y posterior a mi descubrimiento del mismo, la cual hasta la fecha afortunadamente pues no para (como dijera el Homero "aún no dejo de rockear"), me siguen emocionando las cosas nuevas, ya sea que se hayan editado ayer o hace 10 años, uno nunca acaba de escuchar todo y desde luego no es humanamente posible hacerlo. Se puede decir que en ese año, empecé mi camino hacía lo que sería considerado "un chavo de onda", el cual hoy en día, si bien pues ya no es tan chavo, les jura que le sigue pasando enormemente el rock and roll. Obvio, de esta historia se desprenden muchas otras como la de la guitarra, pero eso ya se los platicaré después.

Ahi nos vidrios¡¡¡


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Qué te cuento...




El pequeño periodo de vacaciones que cada 365 días desde hace tres años rigurosamente me daban en el trabajo, tenía un particular espacio dentro de mi saco de pequeñas tristezas y alegrías, ya que si bien por un lado, significaban unos cuantos días para alejarme de la tinta y las exposiciones a los flashasos producidos por la fotocopiadora de la cual me ocupaba en la empresa -actividad única por cierto- por el otro, representaba el clásico aseo general que mi madre me forzaba a realizar en la pequeña morada que rentábamos desde que mi padre muriera hace ya cinco años; pasó en uno de sus viajes, también en vacaciones.
Para mí, estas se fueron transformando cada año en una forma menos elaborada de seguir trabajando, llevándome así, el mismo desgaste aunque con menos recompensa.
Era una tristeza de la que no me quejaba.
De alguna manera procuraba que en este tiempo, tuviera que hacer todas las tareas posibles; sobre todo sentía la necesidad de continuar con mis pequeñas tradiciones, como la de tender la cama.
Yo siempre tendía mi cama; tenía miedo que mi madre encontrará aquel regalo de mi padre que guardaba bajo el colchón. Era una especie de ritual que practicaba todos los días: le quitaba todo de encima, la sacudía, tendía la sábana de cajón, luego la otra sábana, una cobija y al final la colcha.
Me acuerdo bien que una de las cosas que siempre me inquieto de esas sábanas, era la composición de la tela con la que fueron hechas; papá las había traído de una de sus clásicas travesías semanales al lado norte de la ciudad.
Nunca supe el porqué, hasta que tiempo después -antes de morir- me presento a unos niños que me dijo, eran mis hermanos; no supe que decir, especialmente cuando vi que tenían ropas más finas que las mías.
Las sábanas tenían un enorme grabado con los personajes clásicos de popeye alegremente conviviendo en una playa, imagen que sin duda, se repetía dos veces. Ojalá hubiera tenido unas vacaciones así.
En estas últimas, curiosamente también mi madre se fue; me dijeron que el corazón se le paró, así nada más. Ahora pienso que quizás, ya no hay nada que temer y que ahora ya puedo sacar aquello que escondía.
Las sábanas de popeye ahora cubren mi cabeza; las estoy viendo muy de cerca. Siento su peso, así como la oscuridad que crean. Para ser sincero, dejando de lado ese extraño color rojo que poco a poco están adquiriendo, si algo me preocupa es quien va a tender mi cama mañana, aunque creo que no debería, total, yo ya no oculto nada.


Lo que acaban de leer estimados amigos, fue un cuento que hice para participar en un concurso que organizó una revista que les regalan cada domingo cuando compran el periódico "El Universal" (corríjanme si me equivoqué en lo anterior por favor), de nombre "Dia Siete", ya hace algunos ayeres de eso. Recuerdo que yo me encontraba bastante entusiasmado con el pequeño logro "literario" que recientemente había conseguido en otro concurso que había organizado el diario oficial del panbolero de este país, el "ESTO" -ese de color sepia-, el cual consistía en mandarle unos palabras de aliento a la selección mexicana que en aquellos días estaba muy cercana a participar en el mundial de futbol Korea-Japón 2002; en dicho concurso salí voctorioso y mis palabras fueron publicadas en las páginas de ese diario... ja ja ja la verdad estaba muy panbolienamorado del equipo, y bueno, total que aparte de la publicación, me regalaron una playera oficial de la selección, que en esas épocas de despempleo en las que me encontraba me cayó de puros peluches, no solo por el hecho de tener una garrita nueva que estrenar sino tambien como una especie de balsamo para curar ese mal propio de aquel que en plena etapa de ser explotado laboralmente, nomas no le ocurría.

Bueno total que con ese impulso, me atreví a hacer ese cuento y mandarlo a ver si era chicle y pegaba, lo cual pues no pasó. Lo guardé por ahí, solo a algunas personas se los enseñé posteriormente y debido a que esta semana me encontraba de vacaciones, se me hizo buena idea reciclar el cuento, digo, a final de cuentas pues es producción propia y dado que los sentimientos y emociones de aquellos dias a los presentes, ya son diferentes, pues no creo que haya mucho purrum.

Sales, pues se los dejo y ojala les guste. Ahi nos vidrios¡¡¡


Nota. Aqui les dejo una de esas cancioncitas para gozar la vida a través de la música, esta se llama "Escalera" y es del grupo "Monocordio", uno de los proyectos alternos de Fernando Rivera Calderón, tambien del Palomazo informativo. Ya saben, denle clic al link, esperen por la parte donde dice "download file" otro clic, y los 6 megas de canción serán suyos.

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I-nol-vi-daaaable...





Bueno, después de un pequeño interludio entre el último post y este que hoy presento, de nueva cuenta estoy aquí frente a la computadora, con toda la intención de descoserme de la mejor forma posible, a rascarle, a arrancarme desde lo más negro y profundo de mis paredes intestinales la siguiente reflexión. Si, no son propiamente resultado de un análisis "sesudo" o propio del uso conciente de la materia gris, digamos que en esta ocasión hay un poco más de corazón en ello, aunque sinceramente creo que en el fondo siempre escribo así.

En fin, ahora si me voy a ir un poco a la fácil, osease, voy a citar alguna que otra cosita de otro lado (con su debida justificación desde luego) para poder redondear este tema y darle la mejor presentación posible. El tema que ha rondado mi cabeza desde hace un par de semanas, es el relativo al obligadisimo aprovechamiento de esa madre generadora de salvación, esa que suele sacarnos con sus enormes manos de los enorme huecos en los que solemos caer en este largo y en ocasiones empedrado camino que la vida nos ha puesto por delante, no sin antes generar en muchas ocasiones de la forma más dolorosa enseñanza y aprendizaje, y que suele presentarse apoyada de las más diversas y variadas formas que se nos ocurren: el olvido.


La primera tarea a la que me avoque fue googlear un rato a ver que fregados me encontraba, y a pregunta expresa "que es el olvido", la búsqueda me arrojo la maravillosa cantidad de 2,640,000 resultados, claro, podrían ser la mezcolanza de varias cosas, lo cierto es que bajo ese contexto lucia bastante complicada la tarea pero en fín, me aventé.

De entrada, por alguna extraña razón el primer resultado me llevaba a una página de nombre http://www.arcadenoe.org/, en donde más que definir, advierten:"...es el olvido de los grandes beneficios de Dios, de su amor, de sus juicios, y es, al mismo tiempo, el olvido de nuestro mal y, por lo tanto, de nuestra necesidad de ser salvados. Éste paraliza la vida del espíritu, eliminando la oración, la acción de gracias y la confesión, y torna el alma siempre más opaca, inerte, incapaz de buscar a Dios. Es uno de los mayores enemigos de la vida espiritual, en la medida en que el recuerdo es, por otro lado, una de las más eficaces ayudas para progresar." .... tssss, si de de eso se trataba, tengo que confesar que a mi la verdad ya se me olvido todo lo que aprendí del catecismo, osease, lo más probable es que vaya derechito a arder en alguna de las calderas del infierno. Chin ya ni modo.

Poco después, decidí que esto que se desprende de la bellísima wikipedia podría servirme "Olvidar es una acción involuntaria que consiste en dejar de recordar, o de guardar en la memoria, información adquirida. A menudo el olvido se produce por el "aprendizaje interferente", que es el aprendizaje que sustituye a un recuerdo no consolidado en la memoria, y lo "desaparece" de la conciencia. Debemos recordar que uno recuerda que ha olvidado algo, es decir que sabe que tenía un conocimiento que ya no está allí, por lo tanto los recuerdos olvidados no desaparecen, si no que son sepultados en el inconsciente."

Posteriormente, en el blog http://bruto.muzaidin.com/, un tipo de nombre Dr J, lo expone más o menos así: "La melancolía es la resaca de la felicidad y el olvido el amor de los vencidos. El olvido suele tener tintes de tragedia, porque olvidar es avanzar en la ausencia, porque olvidar es adentrarse en la senda del tiempo... El olvido es aprender a morir con el pasado, y lo que queda es lo que viene siempre, de cara… con la cara lavada. Olvido también es una forma de amar. Amar tanto hasta olvidarse de uno, de tu familia, de tu tristeza, de tu cocido, de tus libros, de tus palabras. Abandonarse a otro cuerpo como una puta en la posada abierta veinticuatro horas para el alma. El olvido, el desapego, la renuncia, el vacío. El olvido es una cura. El olvido es una forma de acercarse al otro lado. El olvido es un salto..."

Y bueno, así podría continuar copiando y pegando definiciones, opiniones, acercamientos, y desvaríos de lo que en general podríamos definir como el olvido. Si, no pararía de hacerlo, pero creo que con esto que puse bien podría seguir adelante. Vamos a ver, ¿que es generalmente lo que queremos olvidar y dejar en la bandeja de elementos eliminados listos para ser vaciados por el maravilloso clic del olvido? de principio podrían ser todas esas cosas desde las más pequeñas hasta las más grandes, que suelen ocasionarnos todos esos sentimientos que en el menor de los casos, nos dan vergüenza, porque en muchos otros, nos hacen llorar, nos hacen temblar, nos hacen entristecernos y querer meternos como cuando eramos niños debajo de esa poderosisimo fuerte que es el mundo debajo de las cobijas; cuantas veces no hemos querido estar ahí de nueva cuenta cuando no es es muy difícil superar a lo que de repente nos enfrentamos. Confieso que a esta edad, en ocasiones lo he intentado, he cubierto con toda la fe del mundo mi cuerpo desde los pies hasta la cabeza con las sábanas y cobijas que en las noches me protegen del frío, con la esperanza de que todo por alguna razón mágica, se encuentre solucionado cuando me las quite, pero para mi mala suerte, ya hace mucho que esto dejo de funcionar, o mejor dicho, creo que en realidad nunca funcionó.

Volviendo a lo del olvido, creo que esta acción sin duda es una perfecta excusa cuando por alguna razón no recordamos hacer ciertas cosas a su debido tiempo, es una armadura que en ocasiones sirve para esquivar responsabilidad, para bien o para mal, aunque claro, generalmente esto no paga bien; en ocasiones tambien es una petición hacia alguien, ante la imposibilidad de encontrar por nuestros propios medios el tan ansiado olvido. Dos ejemplos en relación a lo anterior son en primer lugar, lo que José José expone en esa canción amnesia; "De que manera te olvido" de Vicente Fernández tambien es muy clara al respecto.

Sinceramente no estoy seguro si propiamente el olvido es algún lugar a donde enviamos ciertas cosas, o más bien un maravilloso y enorme campo verde lleno de flores y animales conviviendo en armonía al que aspiramos llegar cuando de igual forma, queremos evitar un sinúmero de cosas que viven y respirar en el mundo real; osea algo así como la portada de esas revistitas que pasan a regalar los testigos de jehová los domingos; si si, algo chido. El problema es que sinceramente el uso y goce del mismo, solo es recomendable si en realidad se esta de acuerdo en dejar todas y cada una de las cosas completamente detrás, ahí afuera, aisladas, con un par de maletas en la puerta, listas para embarcarse hacia los hinóspitos valles del inconsciente; es decir, si bien estoy de acuerdo en que para poder avanzar hacia otra cosas, forzosamente se tiene que olvidar, propiamente es algo que sabemos que muy dificilmente vamos a poder hacer, es más, parte de la enseñanza que me esta dejando el escribir este post, es reconocer que por más que queramos eliminar por completo lo que queremos olvidar, lo hacemos a sabiendas de que nunca lo vamos a poder hacer.

Para llegar al punto medular de esto, yo como todos, también tengo cosas que en serio quisiera olvidar, algunas por tristes y desesperantes; otras son muy contradictorias, ya que en su momento me dieron algo parecido a la felicidad, pero solo por ese momento, por ese instante, y quizás por su brevedad, es que me confunden, y al no poder dilucidar si en verdad las quiero mantener o borrar, prefiero que se vayan al olvido, se que cuestan, que en el proceso se sufre, despegarte algo del alma y de la razón es algo verdaderamente difícil, pero es esta misma razón la que finalmente esta dictaminando en la decisión de dejarlas ir, de darles su buena patada en el trasero, o para no sonar agresivos, darle su invitación para que se haga presente en dicho lugar, y solo así y con el pleno conocimiento de que a lo mejor no lo logremos, es como aprenderemos lo que la vida nos esta queriendo enseñar. En ocasiones en verdad se encarga de ponérnosla bien difícil, pero que le vamos a hacer, al final del día la "vida" también es mujer (sin agraviar desde luego, mujeres lectoras de este blog) y el olvido, la más hermosa de sus hijas, listas a atenderte y llevarte de la mano hacia un estado de cosas en donde los hecho de dolor, son suprimidos por recuerdos de emoción, de experiencia y en ocasiones, hasta de felicidad, y creanme, una vez que estos llegan, solo esperas que la misma vida te de la oportunidad de repetir el proceso una y otra vez, porque al final del día, pues de eso también se trata vivir.

Ahí nos vidrios.

Nota: no me pregunten que quiero olvidar, porque la respuesta va desde que el Atlante ya no va a jugar en el Azteca ó que México perdió con Argentina... otra vez.
nota 2: la imagen pertenece al arte del sencillo "the widow" de The Mars Volta, y fue hecho por el artista Storm Thorgerson.

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Viejo, mi querido viejo....


Viernes 29 de junio de 2007, son la 5:30 quizas 35 de la tarde, ya todo se encuentra listo para cerrar las oficinas y poder salir a disfrutar ese hermoso fin de semana que la vida nos otorga cada 5 dias laborales, cuando de repente se deja venir una compañera con toda su tropa de chamaquitas, a quejarse de cierto Delegado de la Institución donde laboro del cual no quiero hablar, pero que en esta, como en otras ocasiones, es un hijitodesuchingadamadre con los trabajadores. Total que posterior a la atención que su servidor tuvo a bien darle, tomar nota y eventualmente transferirla al área correspondiente, las situaciones adversas no dejaban de presentarse; problemas de coordinación en el trabajo obligaban el uso apurado de los teléfonos celulares y/o los radios Nextel.... en fin, entre que si eran peras o manzanas, finalmente nos pudimos escapar aproximadamente a las 7 de la noche para dirigirnos al punto de reunión que en esta ocasión, tendría como excusa el cumpleaños de nuestro queridísimo amigo Eduardo García, en épocas prepatorianas también conocido como "pachita" (el apodo según su homónimo de apellido, Alfredo García, provenía de un personaje del Show de Francis de mediados de los 90's... según la idea era nunca decirle de donde provenía tan singular mote, aunque bueno, las cosas pasan).

Contrario a mi idea de que el tráfico iba a estar de su puta madre, la verdad se portó bastante decente, abordé el metro con la ilusión de siempre, y como siempre, iba hasta su madre... pero se movía que era lo importante. Como la cita era hasta las 10, para hacer un poco de tiempo pasé a ver a mis padres para cotorrear el punto, ya saben, dejarse consentir como si uno se hubiera ido toda la vida. Si, aquellos que ya no radicamos con ellos, tenemos la bendición de ser atendidos como reyes cuando por alguna razón, pasamos algo de tiempo con ellos. Entre Juan Querendón, una película del 4 sobre una vieja que estaba enamorada de alguien que no era su marido (uy que dramón¡¡¡), y las noticias de López Doriga, pase el tiempo muy agradable en espera de que mi cuate el Ciro, llegara a la hora prometida... aunque sea una hora después como tuvo a bien hacerlo. Bueno, más vale tarde que nunca.

Total que ya encaminados en su Chevrolet Astra recientemente adquirido (y ya chocado), llegamos al lugar donde se iba a dar el encuentro. He aquí el primer problema. Carlos O' Brians es un antrito del Sur de la Ciudad, que en el día ofrece sus servicios como restaurante, para que en la noche de de paso a toda la bola de chamaquitos y chamaquitas ciertamente, que ya se encuentran en la edad suficiente para permitirles el acceso. Y lo digo literalmente. No sé exactamente en que punto me empecé a sentir algo rebasado por las circunstancias, es decir, me gusta el chupe, estar con los amigos, fumar el cigarro, practicar el taco de ojo, hasta bailar, pero por alguna razón, de repente sentí que ese, así como otros lugares parecidos, ya no eran para mí.

Por alguna extraña razón, me encontraba mínimo dos cuerpos adelante del último defensor, en completo y flagrante fuera de lugar. Si bien nunca fuí mucho de la onda antrera, les puedo jurar que los disfrutaba un poco más... Por ningún motivo fue la compañía, porque mejor, ni ustedes ni yo podríamos encontrar en el mundo; parte de los mejores y más capacitados seres en el mundo para demostrarte lo que significa la amistad se encontraban sentados en esa mesa, y afortunadamente hoy en día, les puedo estrechar la mano a todos ellos con una enorme satisfacción e ilusión de hacerlo.

No no, no era por ahí. Tampoco creo que fuera el lugar.... ja ja ja, no, la mera verdad sí era el lugar, estaba de la chingada¡¡¡... Toda la pinche noche poniendo de esa música onda daddy yankee, me puso de nervios, nervios que solo por medio del humo que se filtraba en mis pulmones podía expulsar. Benditos, benditos Camel, su aroma, sabor y sensación valen todo en esta vida¡¡¡¡

Bueno, si, a lo mejor tampoco estaba mucho en onda con el lugar, pero si con mis cuates, con los cuales si bien no podía tener una interlocución medianamente estructurada (teníamos un bafle JBL justo en la esquina del rincón donde nos asignaron a todo volumen), si se podía comentar algo ahí de rapidín, en corto, casi de oído.

Total que la noche transcurrió, entre mis constantes idas al baño (porque cuando tomo meo mucho), los debrayes del cumpleañero debidamente festejados todos y cada uno de ellos como tiene que ser, los cigarros camel consumidos (ya mencionados), y con mis pies y zapatos no pisoteados por los parejas de baile de las distintos espacios improvisados para ello -porque obvio, no baile-. Insisto, me sigue gustando la fiesta, el desmadre, la parranda, pero la maldita madurez me provocó pausa al constante estado de "Play" en el que vivía, el cual hoy en día se ha visto moderado por esta constante interrupción y en ocasiones cuando todo debería de ser como antes, solo se queda en simple "slow motion". Espero no mal interpretarme (si yo, no ustedes), en verdad deseo que no, pero si tendré que concluir que los espacios propios de los adultos contemporáneos han encontrado a uno más de sus fervientes vasallos, listos a perpretarse entre sus paredes y a cambiar las armas, más nunca bajarlas.

Ok, total que la onda se terminó en ese lugar, afuera siguió solo por un rato igual de agradable, ya me había olvidado del exquisito sabor de los tacos de Acoxpa a las 3:30 de la mañana, con esas cebollitas de cambray en su punto y las salsas recién hechas, quizás no de la forma más higiénica tengo que decirlo, pero si lo suficientemente estimulantes para poder empujarme los 5 tacos de suadero, 3 campechanos y uno de longaniza que esa noche disfruté. Mi cuate Ivan se peló a su casa una vez terminado ese acto, toda vez que la daga con la que vive pendiendo sobre su cabeza, es igual a la mía, es sostenida por los respectivos brazos de nuestras mujeres y más vale que sigamos el camino correcto o con razón, bajaran e iniciaran su recorrido hacia nuestros cuellos a una velocidad impresionante. Bueno, no, no es pa tanto, somos medio mandilones nada más y nos gusta estar en casita.

Ivan echándose unos tacos

En resumen me la pase de lujo, fue una estupenda experiencia; se que ahora ya ha ido a parar a alguno de los rincones de mi conciencia, espero mantenerla siempre fresca y renovada en ese lugar, lista para poder ser recordada y disfrutada cada que lo desee, quizás cuando sienta que aún soy muy joven, o cuando me de cuenta que ya me hice muy viejo, en cualquiera de los dos casos, se que seré feliz.

Ahi nos vidrios¡¡¡

Nota 1. Espero que a pesar de todos esto, me sigan invitando a sus revens, neto, es que si estaba re gacho el lugar¡¡¡
Nota 2. Esta canción me gusta, la pusieron y no la baile: "Kinky - A donde van los muertos"
Nota 3. Esta canción me gusta, no la pusieron... a lo mejor si la hubiera bailado: "Instituto Mexicano del Sonido - Hey Tia"


Ya saben, denle clic al enlace, busquen download file, otro clic y los archivos son suyos.

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Monedita de oro


Cuando por causas y azares del destino (ah, y necesidad sobre todo), la vida se encarga de situarnos dentro de alguna empresa o entidad, sea esta de investigación, desarrollo, lucro, pública, privada, legal, ilegal, etc., etc., el ambiente que se genera a partir del carácter, humor, olor y -dependiendo del grado de intimidad- sabor, que le dan las personas con las que se tiene que convivir, forman una pasta digna de la más pura y fina reflexión. (Perdón si suena pretencioso, es por el ego propio de un bloguero)

Digo, sobre todo si tomamos en cuenta que la mayoría de nosotros, una vez que dejamos la teta materna (ó paterna -aunque casi siempre ambos-), o mejor dicho, que nos la quitan y arrancan salvajemente de la boca -cosa que generalmente causa dolor de nuestro corazón-, solo el hambre y el deseo de sobrevivir ( si si, dejémonos de mamadas, eso de "hay yo quiero ser alguien importante en la vida, por eso le hecho ganas"... prtttttttt* ) nos avientan hacia adelante, de alguna forma maravillosa, nos impulsa desde nuestro hermoso y calculado aplatanamiento con sede en nuestros sillones, las camas, las sillas, la alfombra, la esquinas de la calle de mi casa, etc., y plantan en nuestra cabeza una de las máximas propias de la naturaleza "o tragas o te mueres". Resulta pues que, da la casualidad que solo mediante la venta de nuestra fuerza de trabajo, es como se consigue la cantidad medianamente suficiente de dinero para poder cumplir con la máxima, cosa que hoy en día "exige exageradamente" parte importante de nuestro tiempo recluidos en nuestros trabajos, en donde obvio, nos vamos a encontrar a decenas, centenas y quizás miles con la misma máxima viviendo noche y día en nuestras cabezas.

Es a partir de todo eso que, una vez examinados, escudriñados y debidamente analizados por nuestros empleadores, la integración a los grupos de trabajo pone a prueba todas y cada una de las experiencias que la vida nos fue dejando. Desde el más pequeño detalle en la forma en la que caminamos, hablamos, respiramos, comemos, en general como nos conducimos, influye terriblemente en la concepción que las personas llegan a tener con nosotros. Claro, hay personas a las que no les importa que tan decente nos presentemos, ya por el simple hecho de intentar adherirte a dicho núcleo, fue motivo suficiente para que le cagaras la madre como no te imaginas; también se dan casos cuando la propia timidez (hermosa timidez¡¡¡ la concentración que me brindaste en su momento, no sabes cómo me hizo concentrarme en la función sustantiva para la que me habían contratado¡¡¡¡) no permite una integración inmediata, y luego entonces eso pasa a formar parte del catálogo de motivos para que también le puedas cagar la madre a los demás.

Lo pasado son solo dos de los muchos ejemplos del porque uno siempre anda "patinando" entre lo posible y lo imposible de tratar de llevar la fiesta en paz dentro de un ambiente laboral, es decir, tratar de agradarle más o menos a todos, y al mismo tiempo, procurar que no te desagraden lo suficiente como para poder seguir trabajando con ellos, osea, para que en una de esas no explotes y mandes pero muchisisisimos kilómetros a la chingada a tus compañeros de trabajo.

Si si, la patinada, ese estupendo ejercicio de equilibrio sobre ruedas, es de ida y vuelta, no hay perfección en eso, para bien o para mal todos le entramos: me cagas, te cago, nos cagamos pero, comamos juntos, fumemos juntos, hagamos esto y aquello juntos... ni pedo, la máxima exige, y como tal no da concesiones... bah, total, nadie es monedita de oro para caerles bien a todos¡¡¡

No quiero descartar el hecho de que afortunadamente somos varios los que podemos constatar que la patinada puede ser muy agradable, toda vez que en ocasiones, los sentimientos de amistad, compañerismo, camaradería y unión se manifiestan en grandes cantidades y para ser sinceros, si he tenido la oportunidad de vivir inmerso en esa etapa de verdadero trabajo; la máxima pesa mucho menos cumplirla cuando es acompañada de estos elementos.

No es fácil, llegar a ese estado, en muchas ocasiones proviene de la casualidad, de los compañeros, del lugar de trabajo, pero sobre todo de la percepción de cada uno, quien sabe, a lo mejor ese día que todos te cayeron bien, probablemente fue el día en que más le cagabas la madre, o viceversa. En fin, no queda más que seguir trabajando y patinando, a lo mejor en una de esas por alguna razón, te transformes en esa monedita de oro a la que luego aspiramos llegar... aunque sinceramente que hueva.

Ahí nos vidrios¡¡¡

* onomatopeya de trompetilla

nota: la rola de este post es "moving" de supergrass" chin chin si después de escucharlas no se sienten felices¡¡¡

Ya saben, clic al link, busquen download file y otra vez clic. fácil.

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Me metí en un vagón del metro...


Para todos aquellos que aún tenemos la necesidad de utilizar los poderosísimos convoys naranja (como bien dijera mi cuate Gil Escutia) que tiene a bien proporcionarnos el Gobierno del Distrito Federal, la experiencia del transporte matutino, vespertino o nocturno -dependiendo el caso-, debido a su naturaleza consetudinaria y repetitiva, en ocasiones no nos permite apreciar el carácter que la pura experiencia de abordar uno de estos nos puede ofrecer.

Si, no cabe duda que el simple hecho de pagarle a la cajera la onerosa cantidad de dos pesos, ya nos ofrece un panorama por demás interesante; esa maestría que tienen para poder hablar por teléfono, calcular los boletos exigidos y en la mayoría de los casos, el respectivo cambio que te tienen que dar, nos hace reflexionar acerca de la forma en la que pone a trabajar los hemisferios de su cerebro.

Ah, pero que me dicen del policía que siempre se encuentra dizque vigilando el acceso por los torniquetes, con ese aire de poder que ni el mismo se cree, y del cual en vez en cuando, gusta de ejercer al observar la imposibilidad de algunos de que la máquina se trague su boleto: "pásele por acá, pero rompa su boleetóo", al mismo tiempo que de manera mágica, estira su mano para alcanzar el pasador de la puerta, si esa puerta color gris metálico que solo el y el poder de su uniforme arrugado, su insignia de metal cubierta con resina y sus botas negras previa, pero muy previamente boleadas, le dan. Son todos unos personajes.

Justo cuando pareciera que la aventura termina ahí, el panorama en el andén modifica el momento de ese fin; es muy común ver el poco respeto que tenemos por la linea amarilla, que tal parece que por su color y forma, nos invita a poner la mitad de nuestra patota sobre ella, asomando constantemente la cabeza a ver si de casualidad, alguna de las luces frontales del convoy, nos avisa cuando hacerla para atrás, no vaya a pasar que de mensos nos la vaya a volar.

El punto que de plano se encarga de construir una opinión acerca del servicio, es cuando nos subimos a alguno de los vagones e intentamos acomodarnos por alguno de los pequeños espacios que se pueden hallar por todo el tren; claro que si uno tiene la suerte de irse sentado, se tiene la posibilidad de experimentar el más hermoso de los sueños que uno se puede imaginar. Es algo extraño, pero en ocasiones con un par de minutos que uno pestañee -los cuales, ya bien se podrían ser considerados como un famosisimo coyotito- se pueden llegar a reproducir enormes películas con reparto, dirección, y todo el trabajo de producción de cualquier programa de televisión en los sueños que se suelen manifestar. Un servidor, en uno de estos viajes soñó como Marilyn Manson lo correteaba y lo correteaba y que si bien, nunca lo alcanzaba, siempre se mantenía ahí detrás de uno con su ojo blanco y sus brazos extremadamente llenos de tatuajes, por todos los escenarios que en ese sueño, recorrí.

Las historias que uno puede llegar a presenciar en estos espacios son de los más ricas visual y auditivamente hablando : "me da permiso por favor?? (con ese estilo en donde casi le falto decir, me da permiso chinga?)", "gracias joven, pero bajo en la siguiente" (respuesta amable dada por alguien a quien le quieres ofrecer el asiento, generalmente, de mala gana)", "señor no se recargue en mí, agárrese del tubo"; "deéjenme bajar, por favor déejenme bajar", y la más que clásica "Aaay, este hijo de la chingada me viene tocando"... si si, hay de todo, claro lo chido es cuando a uno le toca verlo, muy distinto cuando le toca vivirlo. La más cabrona que me toco ver fue cuando un día que se subió un chingo de gente en el metro Pino Suárez, un guey se puso a gritar señalando a otro "péguenle a ese cabrón que anda con el pene de fuera"... ya no si se lo madrearon, o se lo llevó el policia ni nada, así que el chisme en esta ocasión es incompleto.

La mera verdad, fuera de todo esto, que bendición es tener el metro me cae; con todo sus apestes a sudor, sus vomitadas de bebes, la halitosis de sus usuarios, las pisadas en los zapatos recién boleados, los codazos -quiero creer- involuntarios, etc., etc., con todo y eso, le entro con gusto todas las mañanas y las tardes cuando regreso a casa. Supongo que el día de mañana cuando ya goce de la comodidad que da el tener tu propia nave, los recuerdos de esa vida me inundaran y quizás nuevamente desearé ver a la cajera, al policía, querré pisar la linea amarilla, observe el convoy y esperar el momento que sus puertas me inviten a abordarlo. Pero solo hasta ese momento, mientras yo ya me pinto a mi casa y de seguro vendrá hasta la madre como todos los días.

Ahí nos vidrios¡¡¡

Nota 1. Esa foto la tome uno de esos inolvidables días que de Zaragoza a Juanacatlan, el trayecto de media hora de todos los días, se vuelve de una hora con veinte.
Nota 2. Aquí les dejo esta rolita de los Babasonicos, extraída del álbum "Groncho" uno de los menos pelados por estos lares pero igual de chidos: "Clase gata" De igual forma, denle clic, naveguen a la página y busquen "download file" clic otra vez y ya la hicieron.

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Los fines de semana...


No cabe duda que gran parte del trabajo que se realiza entre semana, si bien, tiene como objetivo principal contribuir a los objetivos de las empresas, organizaciones, instituciones, negocios, changarrros, etc., y que esta consecución de metas, eventualmente tiene a bien dejarnos la suficiente feria para medianamente vivir, el merito mayor y más sustancioso de todos ellos es el poder llegar a disfrutar de lo que en todo el mundo conocemos como fin de semana.
Sin duda, la recompensa máxima a todas y cada una de las actividades que realizamos entre semana radica en esa posibilidad de poder disfrutar de esas 48 horas de libertad, de armonía, de gozo, de oxígeno hogareño, de gorra en la casa del pariente, de maratones de las distintas series que una disfruta sentado, o mejor dicho, tremendamente desparramado frente al sillón, del x, y ó z evento deportivo del cual tienen a bien bombardearnos en esos días-y del cual confieso, dificilmente escapo- entre otras muchas cosas.
Pero que pasa cuando los objetivos personales, las actividades propias del hogar y/o los compromisos de diversa índole, modifican exorbitantemente el supuesto panorama de gozo y alegría que en teoría debería de representar el fin de semana? No estoy muy seguro en que momento las propias actividades que la vida nos va exigiendo le marcan un ritmo de trabajo, a los días que supuestamente no deberían de serlo.
En algún punto se modificó y ya no hubo manera de echar las cosas para atrás, generalmente estas se encuentran demasiado andadas como para poder detenerlas... pero no por eso la vida tiene por que ser horrenda, es decir, no existe algún plan determinado para poder darle esos tientes maquiavélicos y dramáticos a los hechos que en ocasiones suelen ocurrir durante un fin de semana, total, ya la gran puntada de estar vivitos y coleando en muchos casos nos permite establecer un parámetro de risa bastante aceptable; las dos, tres o quizás cuatro horas, que llegamos a filtrar del fin de semana, para poder hacer lo que a uno le plazca, son y serán siempre
perfectamente bienvenidas.
Así que si por alguna razón, el fin de semana no es lo que ustedes pensaban, procuren pensar que siempre habrá posibilidad de rascarle un pequeño espacio al siguiente; aprendamos entonces a vivir con esa esperanza, al menos yo ya lo hice¡¡¡
Ahí nos vidrios¡¡¡
Nota 1. Si, ese logo es de la popular ropa que venden en Suburbia "weekend", buena, bonita y barata.
Nota 2. Bájense esta rolita, "Brianstorm de los Artic Monkeys", buena base rítmica de estos ingleses enfadados. (Intrucciones para ello: denle clic y dejen que los lleve la página de alojamiento de sus servidor, y ahi busquen download file y con esa baja rápido)

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El primer comentario


Bueno, pues finalmente después de haber revisado un titipuchal de espacios personales por toda la red (bueno no tantos la verdad), me decidí a entrarle a la onda esta de los Blogs, supongo que cierta parte de mi esnobismo propio de los años mozos aun reside en mi y hoy empuja con fuerza hacia este objetivo... Bueno, a lo mejor no solo por snob, a lo mejor existe algo más del porqué me he aventado a hacerlo, no sé, lo que si puedo decir es que me gusta, es la tercera vez que edito este párrafo y en serio me siento bien.

Pasando a otras cosas, el nombre del Blog se deriva de una de las miles y miles de babosadas que uno hace en la vida, y que desde luego no tengo ningún empacho en platicar (podría decir en "platicarles" pero como todavía no me ha visitado nadie y la mera verdad debido a mi timidez, no creo que eso pase en algún tiempo).

Todo ocurrió más o menos así:

Uno de esos días en la Fac. de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, benemérita Institución que tuvo a bien recibirme entre sus paredes (y a la cual juro algún día he de regresar¡¡¡), durante las horrendas clases que nos hacían tomar de Historia Mundial Económica y Social 2 (Si lo puse con número arábigo, ya se que se estila con romano, pero a mi me laten más los otros... la neta que lata con hacernos aprender unos números que nunca usamos¡¡¡), la maestra Quintanilla -creo que así se apellidaba- tenía a bien darnos su clase de 7 a 9 sin parar, segundo a segundo, minuto a minuto; ella tenía la capacidad de observarte muy profundamente y al mismo platicar sobre las experiencias que en gran forma le daban sentido a su clase, en ocasiones, más allá de la historia.

Claro que siempre hay gueyes que tienen esa otra capacidad de papalotear de lo lindo observando cada uno de los puntos de aberración que tienen los cristales del salón, contando el número de bancas con ó sin paleta, la normal "chueques" que siempre tienen los pizarrones, el diseño de la cola del avión que observas a lo lejos por el cristal, etc., etc., tantas y tantas babosadas que le pasan a uno por la mente, en fin... yo tenía esa capacidad.

A la susodicha le gustaba eventualmente preguntar acerca del tema, lo que sea, y de igual forma, a veces una respuesta "a lo que sea" daba resultado... para mi mala suerte ese día me encontraba en uno de mis más intensos papaloteos y si: me preguntó a mi.

Aún a la fecha no recuerdo bien de que chingados se trataba la clase ese día, lo cierto es que en vez de atender la pregunta "¿y usted que opina?, el guey de mí la confundío con "¿y usted como se llama?", a lo que con todo el orgullo característico de los mensos que nos sentábamos hasta atrás en el salón, le respondí de la manera más categórica, más solemne, más segura... más, máss pues:

yo? yo me llamo Juan Luis y pues... yo digo que esta bien¡¡¡¡

Las carcajadas, las sonoras carcajadas hasta hoy en día (si, hoy en día), resuenan en mis orejitas, obviamente tengo un grupo de amigos que actualmente me lo recuerdan cada que me voy en uno de esos viajes astrales en plena plática... ni pex, a veces soy así..

La mera verdad, es algo chido hablar del pasado, así que haré varias referencias a esa época de mi vida y de igual forma, si dios, la suerte, el destino, la matrix, lo que sea que controle esto, lo permite, también lo haré del presente y porqué no, del futuro.

Bueno, por el momento es todo... ahi nos vidrio
s¡¡¡